Making books an papers in 15mm
Una consecuencia típica de los bombardeos es la dispersión de miles de papeles por las ciudades. Hay imprentas, almacenes y todo tipo de edificios gubernamentales que son alcanzados por las bombas (y de hecho son objetivos prioritarios), provocando que con las detonaciones salgan a la calle miles y miles de hojas. Hoy he preparado un pequeño y sencillísimo tutorial sobre cómo hacerlo.
1. Tenemos que conseguir papel de estaño, que lo venden en papelerías técnicas o pijas (yo en Madrid lo he conseguido en Sancer, que está en Moncloa) o en algunas tiendas de manualidades. Y lo primero que haremos será cortar rectangulitos, que tengan aproximadamente la medida de un pliego de periódico estirado.
2. Y lo siguiente que hay que hacer es una doblez por la mitad, y luego arrugarlos y volver a estirarlos. El papel de estaño, una vez doblado, conserva las marcas de las arrugas, lo que nos viene perfectamente para representar ese papel arrugado por los días que lleva a la intemperie.
3. Se le da una capa base de imprimación blanca, para que agarre, y luego pintamos de blanco encima. Cuando seque damos pintura amarillenta, o beige, muy diluida para darle el toque amarillento de papel abandonado, y cuando seque pintamos unas rayitas negras que será el texto… y ¡voilá! Tenemos hojas en nuestras peanas urbanas.
Pero los más mañosos posiblemente quieran ir más allá. Y es que también podemos hacer libros en nuestras peanas.
1. Comenzamos recortando varios rectángulos que serán los pliegos de nuestro libro.
2. Después los doblamos por la mitad y los volvemos a abrir, para que quede la marca del centro.
3. Y, con una gotita de superglue, los vamos metiendo unos dentro de otros. ¡Y ya tenemos un libraco que ni los de Peréz Reverte! ¡Vaya soldadicos más cultos que vamos a tener!
4. Y éste es el resultado
Un ejemplo del libro terminado:
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